La homofobia es un problema grave en el país, pero se ha creado un grupo de defensores legales para combatirla
El smartphone de Abubakar Sadif no deja de recibir llamadas, emails y mensajes de whatsapp mientras él intenta aislarse de su trabajo sentado en la terraza de la piscina en un céntrico hotel de Accra. A primera vista uno no se da cuenta, pero este joven ghanés es el fundador de Solace Brothers Foundation, el mayor grupo de defensores de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual del país. Como las apariencias engañan, y más en Ghana donde la comunidad LGBT tiene grandes dificultades para mostrarse abiertamente delante de la sociedad, lo que parecía una tranquila piscina de hotel resulta ser el punto de reunión y de trabajo de su fundación. Aquí pueden hablar libremente, sin susurros.
No ocurre lo mismo en la calle, en la universidad, en espacios públicos como los bares o, incluso, dentro del mismo círculo familiar. “Cualquier persona puede discriminarte por la ropa que usas, tu manera de caminar o tu tono de voz. En cualquier momento, uno puede sentirse amenazado. Por esto, siempre voy con cuidado”, confiesa Abu. Para este joven ghanés, la creación del grupo de ayuda Solace Brothers Foundation, en el año 2012, fue la manera de luchar contra la discriminación que había soportado hasta entonces. “Nuestro objetivo es que se respeten los derechos humanos de todas las personas en Ghana, también de la comunidad LGBT”, explica.
En la reunión de esta tarde se discute el caso que ocurrió hace unas semanas: dos chicos fueron atacados violentamente por un grupo de gente al ser acusados de homosexuales. Para poner fin al ataque, la policía acudió y detuvo a los dos chicos. Una vez en la comisaría, los chicos llamaron al número de teléfono que Solace Brothers Foundation tiene para estos casos. Al cabo de unas horas, en las cuales Abu actuó como asesor legal e intermediario entre los acusados y la policía, los dos jóvenes fueron puestos en libertad sin cargos.
“Cualquier persona puede contactar directamente con nosotros por teléfono para recibir asistencia legal o psicológica”, señala Abu. En el año 2015, Solace Brothers Foundation puso en marcha su mayor proyecto hasta la fecha: formó a 20 personas como paralegales para que pudieran actuar como intermediarios en casos de abuso o discriminación por parte de las autoridades. Ahora, la red se extiende por las principales ciudades del país, desde Accra hasta Tamale, garantizando los derechos de la comunidad LGBT. “Desde que pusimos en marcha el teléfono de emergencias, las actividades del grupo han tenido mucha más visibilidad”, comenta Abu. “El proyecto ha sido una manera fantástica de tejer lazos entre la comunidad LGBT y ha servido como herramienta de empoderamiento”, concluye.
Frederick, coordinador de proyectos de Solace Brothers Foundation, ha pedido aparecer en el reportaje bajo este nombre ficticio. Él recibió la formación para actuar como paralegal cuando era estudiante de Comunicación en la universidad. El curso le hizo darse cuenta de “la importancia de educar a la comunidad LGBT para que seamos consientes de nuestros derechos”. “No somos unos inadaptados sociales y tenemos los mismos derechos de recibir asesoría legal para no ser víctimas de ningún tipo de abuso”, explica.
En Ghana, las relaciones homosexuales mantenidas con consentimiento mutuo están penalizadas hasta con 3 años de prisión, según marca la constitución y denuncia el último informe de Amnistía Internacional. A pesar de contar con una ley desfavorable, muchas de las acusaciones por homosexualidad vulneran otros derechos fundamentales de las personas, como el derecho a la intimidad y a la privacidad. “De esta forma, podemos evitar que se realicen denuncias o acusaciones sin fundamento”.
Una puerta entreabierta para el debate
Cerca de la piscina del hotel donde se lleva a cabo la reunión, una veintena de policías hacen guardia custodiando la vivienda de Nana Akufo-Addo, el recientemente proclamado Presidente de la República de Ghana. Nana Addo, de corte liberal en políticas económicas, ha evitado pronunciarse en campaña electoral sobre el tema al ser extremadamente impopular. En la legislatura anterior, el Gobierno ghanés ya recibió criticas por parte de la comunidad internacional para que despenalizara a las personas LGBT. Ahora se espera con esperanza el cambio de gobierno. “El Presidente ha tenido un pasado como abogado a favor de los derechos humanos. Puede que tenga un poco más de sensibilidad”, apunta Frederick, sin dejar de esbozar una sonrisa algo escéptica.
Según Abu, la homofobia en Ghana se ve alentada por unos pocos creadores de opinión (líderes religiosos, políticos, medios de comunicación) y una “mayoría silenciosa” que evita manifestarse por miedo a represalias. A pesar de esto, se han dado casos públicos, como el de la estrella televisiva Kinto quien, después de ser atacado por la calle acusado de ser homosexual, recibió el apoyo en los medios y en las redes sociales de gran parte de las celebridades del país condenando el ataque. “Desde los últimos años, parece que la homofobia es un tema del que podemos discutir”, afirma Abu. “Las personas LGBT estamos logrando ser más visibles”. “El tema se ha llevado, incluso al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas”. “Es alentador pensar que, si seguimos empujando, podemos lograr resultados”, dice Abu con optimismo. “Solo queremos el reconocimiento de los mismos derechos que todas las personas”.
Autor